La bahía de Cadaqués es un enclave privilegiado en el corazón del Parque Natural del Cap de Creus, donde la biodiversidad marina alcanza una de sus máximas expresiones en el Mediterráneo. Su costa escarpada, sus aguas cristalinas y la escasa contaminación han permitido conservar un ecosistema submarino de enorme valor ecológico y belleza.
Un ecosistema mediterráneo lleno de vida
El fondo marino de la bahía de Cadaqués combina praderas de Posidonia oceánica, fondos rocosos y zonas de arena y fango que ofrecen refugio a una gran variedad de especies. La Posidonia es una planta marina protegida que oxigena el agua, estabiliza los sedimentos y proporciona alimento y cobijo a peces, moluscos y crustáceos.
Gracias a la calidad de sus aguas, encontramos comunidades marinas muy ricas y equilibradas. En los fondos someros destacan las praderas y los arrecifes naturales donde conviven sargos (Diplodus sargus), obladas (Oblada melanura), salemas (Sarpa salpa), cabrachos (Scorpaena scrofa) y el emblemático mero (Epinephelus guaza).
Especies emblemáticas de la bahía de Cadaqués
De los corales a los crustáceos del Cap de Creus
Uno de los mayores tesoros de la zona es la presencia del coral rojo (Corallium rubrum), muy apreciado por su valor ecológico y ornamental, así como las gorgonias (Paramuricea sp.), que aportan color y estructura al paisaje submarino.
Entre los crustáceos más destacados encontramos el bogavante americano (Homarus americanus), la langosta (Palinurus elephas), cangrejos y cigalas. Todos ellos habitan entre grietas, fondos rocosos y zonas de fango donde se mezclan organismos filtradores como esponjas, briozoos y poliquetos.
Peces y fauna de las profundidades
Las aguas profundas del cabo de Creus, que alcanzan más de 50 metros cerca de la costa, albergan especies demersales como la raya de clavos, la solleta y la merluza, además de peces de roca como la breca y el salmonete de roca. En las zonas más hondas, por debajo de los 200 metros, se encuentran corales blancos, estrellas de mar y crustáceos decápodos como las langostas adultas, que buscan refugio en grietas y paredes calcáreas.
Reptiles marinos y de costa
Aunque son menos frecuentes, también se ha registrado la presencia de la tortuga mediterránea (Testudo hermanni) y del galápago leproso (Mauremys leprosa), especies emblemáticas que reflejan la diversidad del ecosistema costero y su conexión con el medio terrestre.
Conservar el equilibrio de la bahía de Cadaqués
La riqueza de este entorno depende de un equilibrio delicado. Las actividades humanas, especialmente los fondeos tradicionales, pueden dañar los fondos marinos y afectar a la Posidonia y las especies que habitan en ella. Por eso, es esencial promover prácticas sostenibles que reduzcan el impacto sobre el ecosistema.
Compromiso con la conservación marina
La bahía de Cadaqués es un auténtico santuario natural donde conviven especies únicas del Mediterráneo, desde el coral rojo hasta el majestuoso mero. Preservar este entorno no solo garantiza la supervivencia de su fauna, sino también el futuro de quienes disfrutan y trabajan en el mar.
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